- El Consejo Interterritorial se ha reunido con el fin de unificar las recomendaciones sobre el uso de este instrumento en todo el territorio
La Comunitat había sido de las primeras autonomías en ofrecer unas
recomendaciones sobre el uso del cigarrillo electrónico, un instrumento
dispensador de sustancias inhaladas cuyo uso está aumentando
notablemente. Las restricciones planteadas hace unos días en la
Comunitat coinciden con las acordadas hoy por los consejeros de sanidad
de todas las autonomías, junto con la ministra de Sanidad, Ana Mato,
quienes han determinado que se limitará el consumo del cigarro
electrónico en centros educativos y zonas infantiles, centros
sanitarios, instalaciones de las administraciones públicas y transporte
público.
El conseller de Sanitat, Manuel Llombart, se ha mostrado muy satisfecho con el acuerdo, ya que "supone una continuidad con respecto a lo que habíamos recomendado en la Comunitat, centrándonos en la protección de la salud en espacios donde la población es especialmente sensible como centros educativos, sanitarios y residencias, y se ha añadido tras la reunión la restricción del uso en el transporte público".
El ministerio de Sanidad ha justificado esta decisión en que la eficacia de los cigarrillos electrónicos como ayuda para dejar de fumar no ha sido demostrada y no se pueden excluir los riesgos para la salud asociados al uso o a la exposición del vapor de los cigarrillos electrónicos. Además, a la espera de que el Parlamento, la Comisión y el Consejo de la Unión Europea avancen en la regulación de estos productos, los responsables de Sanidad han acordado una postura común para limitar el consumo de cigarrillos electrónicos hasta que no se conozcan los efectos para la salud, priorizando la protección a los menores, para los que ya se encuentra prohibida la publicidad y el consumo.
El conseller de Sanitat, Manuel Llombart, se ha mostrado muy satisfecho con el acuerdo, ya que "supone una continuidad con respecto a lo que habíamos recomendado en la Comunitat, centrándonos en la protección de la salud en espacios donde la población es especialmente sensible como centros educativos, sanitarios y residencias, y se ha añadido tras la reunión la restricción del uso en el transporte público".
El ministerio de Sanidad ha justificado esta decisión en que la eficacia de los cigarrillos electrónicos como ayuda para dejar de fumar no ha sido demostrada y no se pueden excluir los riesgos para la salud asociados al uso o a la exposición del vapor de los cigarrillos electrónicos. Además, a la espera de que el Parlamento, la Comisión y el Consejo de la Unión Europea avancen en la regulación de estos productos, los responsables de Sanidad han acordado una postura común para limitar el consumo de cigarrillos electrónicos hasta que no se conozcan los efectos para la salud, priorizando la protección a los menores, para los que ya se encuentra prohibida la publicidad y el consumo.