- Durante los siete días de campaña
- Los excesos de velocidad causan casi 500 muertos al año
- Cinco conductores han sido puestos a disposición judicial por excesos tipificados como delitos, uno de ellos fue detectado circulando a 237 km/h y bajo los efectos del alcohol
- Se han controlado casi 1 millón de vehículos, más de la mitad en carreteras convencionales
El cumplimiento de los límites de velocidad sigue siendo una de las
asignaturas pendientes de la seguridad vial en nuestro país, tal y como
lo demuestran los más de 30.000 conductores que han sido denunciados en
la última campaña especial de control de velocidad llevada a cabo por la
Dirección General de Tráfico entre el 31 de marzo y el 6 de abril.
En los siete días de campaña, los agentes de la agrupación de Tráfico
de la Guardia Civil han controlado casi 1 millón de vehículos,
concretamente 921.375, de los cuales 30.486 (el 3,4%) han sido
denunciados por no cumplir los límites de velocidad establecidos.
De los controles realizados, más de la mitad han tenido lugar en
carreteras convencionales (aquellas que disponen de un solo carril en
cada sentido) que es donde se producen el 70% de los accidentes con
víctimas.
UNA INFRACCIÓN GRAVE O MUY GRAVE…
Circular a una velocidad superior a la permitida supone cometer una
infracción grave o muy grave según estipula el artículo 65 de la Ley de
Seguridad Vial.
En el anexo VI de dicha Ley se establecen las cuantías y los puntos a detraer por exceso de velocidad (VER TABLA).
Y TAMBIÉN DELITO
Además de estar catalogada como infracción grave o muy grave, los
grandes excesos de velocidad son delito, tal como recoge el artículo 379
del Código Penal.
Durante la campaña, cinco conductores han
incurrido en un delito contra la seguridad vial al conducir a una
velocidad superior en ochenta kilómetros por hora a la permitida en
dicha carretera.
Por ejemplo: Agentes del Subsector de Alicante
de la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil interceptaron el pasado
día 2 de abril a un conductor que circulaba a 237 km/h y bajo la
influencia de bebidas alcohólicas. También fue detectado otro que
circulaba a 160 km/h en un tramo de la N-340 limitado a 60 km/h.
Por estos delitos, los conductores puestos a disposición judicial,
podrían ser condenados con la pena de prisión de tres a seis meses o a
la de multa de seis a doce meses o trabajos en beneficio de la comunidad
de treinta y uno a noventa días, y, en cualquier caso, a la de
privación del derecho a conducir vehículos a motor y ciclomotores por
tiempo superior a uno y hasta cuatro años.
MÁXIMA COLABORACIÓN DE POLICÍAS LOCALES
Como viene siendo habitual en las campañas que lleva a cabo la DGT, la
colaboración de las policías locales y autonómicas ha sido muy
importante, ya que a la vigilancia de la velocidad en vías interurbanas
se ha sumado la que han realizado las policías locales en las vías
urbanas de sus municipios.